Si bien hay ejemplos todos los días (a todas las horas, todo el tiempo) de como nos hemos sometido a los deseos del Dios del Mantenimiento del Negocio Eterno y como este nos ha hecho cambiar las nociones de lo que creemos que es normal, natural y deseable, este es un ejemplo perfecto:
El Sindicato de Artes Gráficas y la Asociación Uruguaya de Publicidad Exterior se manifestarán frente a la IM en reclamo de un nuevo marco normativo para la publicidad en la vía pública
La IMM da un (ultra) tímido paso para reducir una de las cosas que mas afean nuestra ciudad y ocultan su bella arquitectura: la horrible carteleria publica y la invasión cada vez insoportable de la publicidad en nuestra vida diaria y su usurpación despiadada de los espacios públicos (¿A donde uno tiene que salir a caminar sin ser atacado visualmente por una oferta de celulares o alguna otra horripilante y fea ocurrencia visual de algún publicista?).
Subrayo que en mi opinión la medida es super timida. En lo que refiere a publicidad en la via publica yo soy medio amish: pienso que es obra de satanás y que fomentar el consumo nos conduce a el apocalipsis.
El Sindicato de Artes Gráficas y la Asociación Uruguaya de Publicidad Exterior y Medios Afines sale a protestar por esta nueva normativa con el argumento con el hace tiempo todo se justifica: mucha gente vive de eso y se van a perder fuentes de trabajo. Es decir, hay que satisfacer al Dios del Negocio Eterno sin importar lo que este pida.
Ese es mi problema con este asunto: la justificación de su protesta porque un negocio se ve afectado. Con el solo argumento de "perdida de fuentes de trabajo" puede justificar el trafico de niños, la esclavitud, la caza furtiva, el comercio de pasta base, privatizar el oxigeno o cualquier aberración que genere dinero y trabajo.
Perdón por adelantado por ejemplificar este razonamiento con este caso puntual, ya que escucho a diario gente que justifica sus injustificables acciones con argumentos del tipo: "Pero es dinero" o "Es trabajo" y no digo nada. Incluso gente que dice que quiere cambiar el mundo y dice estar en contra de "El Sistema Capitalista". Es muy exagerado comparar esto con el trafico de niños, pero quiero ser claro en que con recurriendo simplemente a ese argumento se puede justificar cualquier cosa.
El justificar todo con EXCLUSIVAMENTE esos argumentos se ha vuelto tan normal que hemos perdido la conciencia de lo poco natural que realmente es ese argumento y los peligros a los que nos conducimos como sociedad si TODO lo justificamos de esa manera. Rechazar trabajo o dinero por razones éticas personales se ha vuelve cada vez tan raro que entramos ya (hace mucho tiempo) en un peligroso camino sin retorno. Estamos tan engañados por el Dios de Mantenimiento del Negocio Eterno que pensamos que este es real y todo lo que nos ordena es natural. Nos olvidamos que este solo existe hace un puñado de siglos (es decir, nada) mientras el Dios de la creación y la belleza agoniza olvidado en algún lado.
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