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20061019

Serge Gainsbourg-Historie de Melody Nelson (1971)/Jane Birkin-Di Doo Dah (1973)






























Feo, orejón, elegante, cool, alcohólico, degenerado, inmoral, ególatra, misógino, sexópata, caradura, genio, talentoso, provocador. Una larga lista de adjetivos suela amontonarse al tratar de definir la obra y personalidad de Serge Gainsbourg. Obra y personalidad que están íntimamente entremezcladas al punto que su faceta de escandaloso personaje mediático eclipsó por mucho tiempo en Francia su inmenso talento artístico. Hubo que esperar que pasaran algunos años de su muerte -quizás porque empezó a hacerse evidente el gran vació que dejó su desaparición y que sus supuestos sucesores difícilmente iban a llegar a su nivel- para que su obra (y no solo sus happenings televisivos) empezase a ser recordada, reivindicada y revisitada.
“Se ha vuelto difícil componer y cantar luego de Gainsbourg” decía Christophe Marchand-Kiss[1]. Surgido dentro de la tradición de la chanson française bien se puede decir que fue su último gran exponente. Al llevar a esa tradición a lugares inesperados y sorprendentes -apropiando a esta a todo tipo de ritmos y estilos en una búsqueda permanente modernización y proyección al futuro- hizo que casi cualquier intento de renovación del género que se hiciese posteriormente quedase como reaccionario en comparación con los logros de Gainsbourg.
Es un error separar la vida publica de Gainsbourg con su obra ya que el personaje que el mismo fue creando lentamente consigo mismo -rodeándose de una moderna aura mitológica- juega permanentemente con su obra y es parte integral de la misma. De la misma manera el Gainsbourg personaje publico fue desdibujando lentamente los limites con un supuesto Gainsbourg “real”, al ser su vida privada -poetizada, mitificada y estetizada- una de las fuentes principales de las que se nutria su obra. Suele pasar que si alguien pasa gran parte de su vida interpretando un personaje, este termine tomando el lugar de la persona “original” (si es que esta existía antes). Es así que en Gainsbourg obra, vida pública y vida privada terminaron desdibujando sus limites para convertirse en una sola cosa.
Es por eso que la televisión fue clave en Gainsbourg[2]. Ya sea en interpretando una canción o simplemente siendo entrevistado Gainsbourg era capaz de convertir cada aparición televisiva en un evento de valor artístico por sí solo o por lo menos en un complemento de su obra. A finales de los 50s, cuando comenzaba su carrera, su increíble y particular presencia escénica en veladas televisivas de escala nacional fue importantísima para labrar su reputación inicial y ya en la segunda mitad de los 60s dio un paso adelante cuando empezó a realizar interesantísimos cortos (lo que hoy serian video-clips[3]) como manera de promocionar sus canciones. Gainsbourg vio en la televisión un medio inmejorable de autopromoción masiva y supo contrarrestar (aunque a veces solo en parte) los peligros de banalización y simplificación típicos del medio gracias a una avasallante presencia y personalidad. No importaba que tipo de programa de televisión se tratase, Gaingbourg iba a ser siempre Gainsbourg y no se iba a dejar amedrentar o anular por la televisión. Tenia una presencia tan fuerte que podía ir a cualquier lado y destacarse, sin que se lo “comiese” la circunstancia. Ya en los 80s, en el ocaso de su carrera y cuando los medios se interesaban mas por el decadente personaje polémico que por el artista, solía pasearse borracho por los estudios de televisión dando lugar a una seguidilla de apariciones que aún hoy son muy recordadas, como cuando trató de levantarse a una jovencísima Whitney Houston con una pick up line bastante directa (“I wanna fuck you”) o cuando luego de unos confusos episodios con el Fisco (que terminarían con la incautación por parte del Estado del 74% de sus ingresos) Gainsbourg da su versión de los hechos quemando en vivo en televisión nacional tres cuartos de un billete de 500 francos .




























El nombre verdadero de Serge Gainsbourg era Lucien Ginzburg y venia de una familia de judíos rusos que llegó a Francia en los años 20s huyendo de la revolución bolchevique. Su padre Joseph era un talentoso pianista y logró rápidamente establecerse trabajando en el circuito nocturno parisino. La Segunda Guerra Mundial y la invasión de Hitler marcaron a la familia Ginzburg ya que el Régimen de Vichy no le permitía a Joseph trabajar por lo que tuvo que emigrar al sur del país (Limoges) primero solo y luego con toda la familia. Con la liberación de Paris en 1945 toda la familia retorna a la ciudad, salvo una tía de Lucien, Olga, que murió en un campo de concentración.
Su carrera como cantante de empezó relativamente tarde. Primero intentó estudiar arquitectura pero luego abandonó la carrera para continuar la tradición artística familiar centrando sus esfuerzos en la pintura. Por un periodo de tiempo pintó intensamente y llegó a tener 400 cuadros terminados que luego quemaría en un violento gesto de insatisfacción con su obra. (“No sé perdió nada porque no había llegado a nada”).
Luego de esa desesperada acción decidió dedicarse a la música y se anotó en la Ecole Normande de Musique pero antes empezar a asistir a clase se lo requirió para terminar el servicio militar. No estuvo ahí mucho tiempo, pero fue allí donde “aprendió a beber”[4]. En su retorno a Paris dio clases en un centro para niños judíos por un breve periodo de tiempo para luego ingresar –gracias a los contactos de su padre- a trabajar como pianista y guitarrista en diversos centros nocturnos para diversos artistas, entre los que se puede destacar a Boris Vian, cuya versatilidad de recursos musicales, métodos surrealistas e impactante puesta en escena marcarían al joven Gainsbourg.
Para ese momento Gainsbourg estaba totalmente convencido de entrar de lleno al mundo de la música, pero algo traumado por sus enormes orejas, su enorme nariz y su congénita fealdad general descartó al principio la idea de ponerse a cantar enfrente a un publico por lo que prefirió dedicarse a producir y componer para otros artistas.
Antes de continuar con su carrera específicamente musical hay que recalcar el hecho de que a lo largo de su vida Gainsbourg tuvo intereses y actividades de lo más diversas. Además de componer, producir e interpretar en el mundo de la música, Gainsbourg fue compositor de bandas sonoras, actor (en más de 30 películas, aunque casi siempre en papeles secundarios), cineasta (hizo muchísimos cortos, gran parte de ellos con la función de ilustrar sus canciones, publicidades y cuatro largometrajes: Je t`aime (moi non plus), Equator, Charlotte Forever, Stan the Flasher) y hasta esta escribió una novela -Evguénie Sokolov- en 1980. También se sabe que a pesar de hacer de Nerón con sus pinturas, nunca abandonó el interés por esta disciplina artística y seguía pintando esporádicamente en su intimidad.
Como suele suceder con este tipo de personas con tendencias y capacidades múltiples, uno puede quedar muy sorprendido por la gran cantidad y variedad de cosas que hizo en su vida y no se puede evitar sentir admiración (y sana envidia) por haber aprovechado la vida de esa manera. Pero en privado Gainsbourg solía mostrarse frustrado por la gran cantidad de cosas que no pudo llegar a hacer y según cuentan crónicas de gente cercana a él, parte de sus tendencias autodestructivas provenían de este sentimiento (además de que gran parte de sus emprendimientos fueron rechazados o por el público o por la critica o por ambos).
Pero lo interesante de esta diversidad de actividades es ver como probablemente estas se hayan terminado de interrelacionarse e influirse mutuamente. Por ejemplo, gran parte de su obra musical, como Historie de Melody Nelson, posee cualidades que bien se pueden calificar de “cinematográficas” (en el sentido una forma narrativa que apela a las imágenes concretas en una cierta atmósfera referencial especifica que apela a un imaginario cinematográfico). Gainsbourg llamaba “un arte menor” el componer canciones, pero logro enriquecer ese “arte menor” hasta convertirlo en algo realmente trascendente gracias a un gran conocimiento de recursos literarios, un detallismo y cuidado propio de los grandes pintores (a los que trataba de imitar) y cierta apropiación personal de las ideas cinematográficas que surgieron en Francia en su época[5].






















Luego de hacerse rápidamente de experiencia como músico rentado, Gainsbourg continua su carrera musical como arreglador, productor y compositor para otros artistas. Si bien finalmente terminó él mismo interpretando sus canciones, nunca dejó de componer y producir para terceros. La lista es bastante larga y incluye nombres como Petula Clark, Juliette Greco, Dionne Warwick, France Gall, Anna Karina, Serge Regianni, Régine, Brigitte Bardot, Jacques Dutroc, Isabelle Adjani, Vanessa Paradis, Julien Clerc y por supuesto Jane Birkin. Como se habrán percatado la lista predominan las mujeres sobre los hombres. Y generalmente mujeres muy lindas.
Hasta mediados de los 60s sus canciones eran generalmente más exitosas cuando eran interpretadas por otros y si bien empezó su carrera como interprete en 1958 recién lanzo su primer LP en 1964, prefiriendo hasta ese momento siempre el formato del single o los Eps de cuatro canciones. Gainsbourg explicaba estas dos cosas diciendo que si lanzaba un LP con doce canciones probablemente solo dos de estas lograrían ser promocionadas mientras las otras diez pasarían desapercibidas para el gran publico, mientras que si repartía sus canciones a otros cantantes y él limitaba sus publicaciones a formatos de corta duración todas sus canciones (y no solo algunas) podían ser exitosas.
El hecho de tener la capacidad “global” de componer, producir, arreglar y cuando quería, también interpretar sus ideas, liberaba a Gainsbourg de tener que negociar con terceros el control del proceso y resultado final de su propia obra. Muchos artistas solo pueden soñar con tener esa capacidad de poder elaborar y controlar todo el proceso que lleva en hacer una canción desde los apuntes en papel hasta la publicación final. Hay un control autoral de la obra bastante excepcional. Incluso cuando escribía canciones para terceros, la marca de Gainsbourg se mantenía en ellas por mas que fuese otra la voz que las materializase.
A partir de la segunda mitad de los 60s, cuando logra tomar mas control sobre su carrera, Gainsbourg también tendría bastante control sobre la presentación y promoción de su obra a través de, por ejemplo, un cuidado arte de los discos o realizando cortos para televisión como manera de promocionar sus canciones. Pero fue sobretodo a través del perfeccionamiento de su personaje publico que Gainsbourg terminó de completar una refinada “puesta en escena” de su obra. Esa exquisita y ultracool presencia escénica fue clave como forma de promoción (a veces a través de la controversia y escándalo) y además termina sepultando los traumas de fealdad del cantante para dotarlo de una autoconfianza y seguridad con la que termino arrasando con todo lo que le se puso adelante.
























1965 es un año clave en su carrera ya que, además de empezar a colaborar con Brigitte Bardot, France Gall gana el festival de Eurovisión de ese año con una canción suya, Poupée de Cire, Poupée de Son . La canción fue luego numero uno en toda Europa, menos en Inglaterra (como era de esperarse para algo francés). No sé si por esto Gainsbourg fijaría a partir de ese momento gran parte de sus objetivos y obsesiones en ese país.
Si en 1964 Gainsbourg ya había desorientado a los seguidores tradicionales de la chanson basando su segundo LP (Gainsbourg Percussions) en ritmos afro-cubanos, en 1965 los lograría enfurecerlos del todo cuando declaraba que su intención desde ese momento en adelante seria la de hacer rock. Peor traición que esa, y en ese momento, es inimaginable.
Deslumbrado por el potencial del rock británico (en especial por Ray Davies) y toda la revolución cultural que lo acompañaba, Gainsbourg publica en 1965 un Super 45 con las canciones Qui est “in” qui est “out”, Marilu, Docteur Jekyll et Monsieur Hyde y Shu ba du na loo ba. Gainsbourg no hace versión mimética del rock británico y solo toma algunas cosas: las sólidas bases rítmicas, la instrumentación (la formación guitarra eléctrica bajo y batería) o cierta clase de arreglos; todo esto acompañado de un sano e hiriente cinismo y un uso constante de referencias a la cultura pop.
En este acto de desplante con su tradición y seguidores Gainsbourg no solo logró marcar distancia con los artistas de su género, sino que al mismo tiempo sobrepasó (y dejó parados como postes) a los rockeros franceses de esa época, los que generalmente se limitaban a imitar y hacer covers de los éxitos ingleses y norteamericanos del momento.
Es aquí la primera que a Gainsboug se lo acusa de ser un típico oportunista que va detrás de la moda. Pero nada mas lejos de la verdad. En el peor de los casos se lo puede acusar de cierto vampirismo, pero si hay algo que marcó su carrera fue el gusto por los riesgos y la aventura, intentando siempre hacer, sin dejar de ser un artista popular, música contemporánea. Curioso, inquieto e informado, su obra esta llena de experimentos, pruebas, escapes a otros géneros, intentos, movimientos audaces, errores y aciertos. Si bien su obra tiene una continuidad, unidad y elementos constantes, Gainsbourg nunca estuvo quieto y siempre encontraba mas placer e inspiración en lo nuevo que en repetirse eternamente. Partió de la chanson, pero jugó con elementos de jazz, del rock, pop, música africana, soul, funk, ritmos tropicales, reggae[6] y sobre el final de su carrera empezó a experimentar con sintetizadores en discos como Love on the Beat.
Gainsbourg fue un gran artista, que en lugar de dejarse ganar por el miedo a los cambios y la moda, plantaba cara antes ellos con la seguridad de que iba a salir ganando. En lugar de refugiarse en lo seguro veía de que manera los cambios podían enriquecer su obra y disponía de la personalidad, talento (y ego) suficientes como para estar seguro de poder ganarle al paso del tiempo.
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Me extenderé mas sobre este tema cuando hable sobre Jane Birkin, pero hay que destacar que el estilo vocal de Gainsbourg se basa en el aprovechar sus limitaciones técnicas (recordemos que no era su idea ser cantante) para crear una sensación de intimidad a través de un tono generalmente confesional y contenido. Gainsbourg no podría llegar a determinadas notas y poseía un rango vocal limitado, pero logró perfeccionar un estilo personal, que muchas veces se asemejaba a la de una especie narrador en off sobre la música, propio del que no necesita levantar la voz para mostrarse seguro y dominador total de la situación, manejando los tiempos y climas de una manera de lo más canchera, como si nada le costara el mas mínimo esfuerzo. Al mismo tiempo, la cuidada interpretación de sus letras -eligiendo cuidadosamente como pronunciarlas y entonarlas- colaboraba en perfeccionar este estilo e incluso las hacia jugar con su sentido.
Las letras de Gainsbourg eran de una gran musicalidad y belleza. Muchas veces se dice (y el mismo lo decía) que las palabras que utilizaba eran elegidas mas por su sonido que por su sentido, pero esto no quiere decir que en esta acción Gainsbourg se despreocupara totalmente por el significado de las palabras. Sus letras, disfrazadas a veces en la simpleza de lo literal, solían jugar en múltiples planos y niveles de significado. Él tener que optar en la lírica entre la fonética o el significado es una falsa dicotomía, ya que si se quiere llegar a una canción perfecta ninguno de sus elementos deben tratarse como relleno. Y como dice Billy Childish: “Life it`s too short to boring music”.
Una de las características mas personales de las letras de Gainsbourg, y de su manera de interpretarlas, era la acentuación en las posibilidades rítmicas de las mismas. En muchas de sus canciones la voz ofrecía un contrapunto o arreglo rítmico o directamente ayudan a marcar el ritmo de la canción. Así que no solo elegía las palabras a utilizar por su sonido, sino que también por sus cualidades rítmicas casi utilizándolas como si fuesen un instrumento mas de percusión[7].


















En general, y esta es otra de sus cualidades destacables, en la obra de Gainsbourg la relación música y letras parece simbiótica, como si se hubiesen generado al mismo tiempo y no una a partir de la otra.
Los extraños y intraducibles juegos de palabras en los que Gainsbourg solía basar sus letras se apoyaban en recursos literarios que están con nosotros hace miles de años (anáfora, anadiplosis, paranomasia, aliteración, etc) logrando así un estilo personal y único con recursos clásicos a los que a veces adornaba con detalles surrealistas o asociaciones libres a lo détournement. Jugando con el doble (o múltiple) sentido de las palabras (a veces de una explicitud sexual digna de No Toca Botón) Gainsbourg manejaba su lengua con calidad, elegancia y maestría.
Pero la característica mas personal en las letras de Gainsbourg es la construcción, a través de un múltiple juego intertextualidad, de una especie de gran corpus mitológico autorreferencial en el que se mezclaban y convivían referencias a otras obras (filmes, novelas, textos filosóficos), conceptos, elementos y personajes de la cultura pop, personajes de la historia universal, personajes de ficción y personajes de su propia invención, en el que al mismo tiempo entremezclaban elementos de su propia vida y leyenda autogenerada. Elaeudanla Teïtéïa, Talkie Walkie, Buffallo Bill, Beetyjane Rose, Johnny Jane, Eva, Mickey Maousse, Rolls Royce, Nefertiti, Gainsbarre, Paco Rabane, Bonnie & Clyde, Melody Nelson, Evguemie Sokolov, Lola Rastaquouére, Marilu, “In”, “Out”, “Hold up”, Baudelaire, Nietzsche, Van Gogh, Ford Mustang, Kawasaki, Banana Boat, Prévert, Chopin, New York USA, Rosemary, Anna, Charlotte, BB, Docteur Jeckill, Monsieur Hyde, Loulou, Pistolet Joe, Capone, Harley David Son of a Bitch y una lista casi eterna se fueron acumulando construyendo poco a poco un universo propio en el que se combinaban de manera personal hallazgos del pop art y el surrealismo.

Historie de Melody Nelson
En una oscura noche Gainsbarre conduce su Rolls Royce. Poseído en sus pensamientos y con la mirada fija en el horizonte, solo escucha el silencio del motor mientras atraviesa una carretera aislada y solitaria. De repente siente un golpe. Ha atropellado a alguien. Al principio solo ve las ruedas de una bicicleta y después ve el cuerpo de una chica que tirado sobre el pavimento. Afortunadamente la chica esta bien, se llama Melody Nelson y tiene solo 14 otoños y 15 primaveras. Gaisbarre la alza en brazos sin saber en ese momento que se convertiría en la única persona que iba a abrazar a Melody en su vida. Nace un típico amor fou; sin limites, intenso, onírico y fugaz. Gainsbarre le enseña a Melody los secretos el amor físico en la habitación de un particular hotel (que es en realidad como una especie de museo o colección privada de arte) en donde la belleza de Melody se muestra como solo comparable con las grandes obras maestras de la historia universal. Ella se convierte, al mismo tiempo, en musa inspiradora y obra de arte. Todo iba bien hasta que un avión en el que viajaba Melody se estrella y desaparece en la selva de Nueva Guinea a causa de hechizos de los brujos locales que buscan atraer los aviones a la jungla con el fin de saquearlos.
Mas o menos esto es lo que se cuenta, en menos de media hora, el disco Historie de Melody Nelson. 1971, dos años después del polémico Je t`aime (moi non plus) Gainsbourg lanza su primer disco conceptual[8] que si bien no pasó totalmente desapercibido en su momento, fue necesario el paso del tiempo para que empezase a ser reivindicado y admirado como el gran disco que es. Es que algunas obras tardan mas que otras en mostrarse en toda su plenitud. No vendió enormidades y es lógico, ya que habituado el mercado, los medios, y el mismo Gainsbourg al formato de hit single, un disco de este tipo –que solo se puede apreciar en su totalidad y no a través de un corte del mismo- fue un disco de difícil promoción[9].
Historie de Melodie Nelson tiene además cierto carácter hermético que vuelve una obra difícil. Es un disco bastante insular al que no se lo puede fácilmente relacionar con otros a través de referencias. Una obra auténticamente experimental cuyos pasajes más interesantes e idiosincrásicos (llenos de ideas y pliegues) son tan complejos como originales. Único en su genero, todo el disco en su conjunto es un gran hallazgo y otro ejemplo en la carrera de Gainsbourg de su gusto por hacer música realmente arriesgada, innovadora y contemporánea.
Otra vez mas, Gainsbourg toma una idea ajena (la del disco conceptual, proveniente del rock) para adaptarla a su universo y dar su versión de la misma. El que sea una historia el eje central del disco le da a Gainsbourg la posibilidad de hacer gala de sus magnificas capacidades de narrador e ilustrador de ambientes y climas, en colaboración con una musicalización (y aquí es clave la tarea del productor y arreglista Jean Claude Vannier) que es clave para la dramatización de las escenas narradas.
Como es lo normal en un disco conceptual una continuidad borronea los limites entre las canciones y al principio cuesta apreciarlas como piezas separadas. Haciendo esta aclaración pasemos a decir que las canciones son solo siete y se pueden dividir en dos grupos. El primero estaría integrado por las largas canciones que abren y cierran el disco, Melody y Cargo Culte, que con sus siete minutos cada una (larguísimas si vemos que las canciones de Gainsbourg suelen durar dos minutos o menos) llegan a ocupar mas mitad del disco. A este grupo se les puede sumar L`Hotel Particulier (que es cuando se la clava[10]). Estas tres piezas se pueden considerar las composiciones mas logradas y representativas del disco. En ellas el clima es denso, narcótico, sugerente, oscuro. Son canciones algo deformes, con estructuras complejas y con cierto aire de dub oscuro sin ser dub[11]. Están mas centradas en crear un clima propicio para la historia que en ser canciones tradicionales. Hay una utilización muy especial de la orquesta, que por momentos se sale de su papel tradicional se para colaborar con la base rítmica uniéndose en una extraña alianza. El bajo toma un rol importante y protagónico (Melody y Cargo Culte se sostienen en una línea de bajo muy similar, lo que le da unidad al comienzo y fin de la historia) que poco tenia que ver con el papel que le daba rock que se hacia en esa época al bajo y se acerca mas al papel que iría a tener del post punk del adelante (aunque en realidad era algo de lo mas normal para alguien criado en el jazz y con gran conocimiento de la música negra en general). En estas piezas - y en menor o mayor medida en todo el disco- hay una utilización muy original y compleja de cómo se relacionan los diferentes instrumentos y elementos que componen las canciones. Estos dialogan, hablan, gritan, se entrelazan, se desentienden, discuten, se reconcilian, se escupen, se besan, se hacen mimos, se golpean, se hieren, se interrumpen, se superponen; se logra generar un clima de aparente caos e imprevisibilidad, por mas que en realidad todo esta bajo control y se atiene curso intencional y marcado[12]. Esta oscilación, entre caos y orden es uno de los grandes hallazgos del disco.
Como contrapeso y complemento estas largas y densas piezas, hay una serie de canciones más simples, reflexivas e intimas, en donde Gainsbourg parece abstraerse de la situación que esta contando para reflexionar sobre ella. Aquí se detiene para enumerar las virtudes y perfección de Melody mientras manifiesta una naciente dependencia hacia ella (Ballade de Melody Nelson), ofrecer una melancólica visión sobre los misterios y secretos del amor en un bellísimo vals de sutileza impresionista (Valse de melody) y empezar a demostrar peligrosos rasgos de celos posesivos (Ah! melody[13]).
El festivo funk eléctrico instrumental post-coito (En melody)[14] no entra en estas dos categorías que me acabo inventar (en todo caso entra mas bien en la primera). Esta pieza ofrece un ultimo quiebre en el disco; que va de la manifestación explosiva de alegría y felicidad del momento de la pareja pero que sobre el final se adentra y adelanta en el trágico desenlace de la historia.



















En un claro ejemplo de los como se borronean los limites entre realidad, ficción y leyenda, es claro que Jane Birkin es Melody Nelson y Melody Nelson es Jane Birkin. El disco narra de forma poética e idealizada el encuentro real entre Gainsbourg y Birkin. Gaisbourg construye aquí uno de los tantos homenajes a su musa inspiradora (¡y que musa!), la mujer que con la que permanecería mas tiempo y los mejores años de su vida. Entonces, ¿Qué significaría entonces la muerte final de la adolescente Melody?. Jane Birkin -que por mas que todo el disco este hecho en su honor, solo participa en él para de vez en cuando decir el nombre del personaje que interpreta- podía representar en la ficción a una lolita, pero estaba cumpliendo por esa época 25 añitos. Además, ya no se trataban de un romance fugaz; ya convivían y tenían a una recién nacida Charlotte. ¿Será esa la muerte que hace referencia Gaisnbourg?, ¿La muerte de la lolita que para convertirse en mujer?.
En fin, yoquesé. En realidad los rasgos mas reveladores de esta obra en la relación ficción-realidad están en la permanente equiparación (en una especial forma de fetichismo) de Jane Birkin como musa inspiradora que al mismo tiempo es una obra de arte, lo que esta relacionado con el carácter posesivo y dependiente del amor que tenia Gainsbourg hacia con Birkin. Gainsbourg se sentía atraído por la inglesa al punto que se convirtió en su razón de existir, pero al mismo tiempo lo carcomían los celos y el hecho de que su mujer fuese un objeto de deseo para los otros. El miedo a que algún día se la robaran era un constante problema (que termino arruinando la relación) y que Melody muriese atraída por los hechizos de los brujos que querían atraerla quizás vaya por ese lado.

Pasemos a Jane Birkin.

Mujeres













Antes de llegar a Jane Birkin hagamos un pequeño repaso por la selecta lista de mujeres que pasaron por la vida de Serge Gainsbourg.
El primer gran amor de Serge Gainsbourg llegó cuando aun se llamaba Lucien Ginzburg y trataba infructuosamente ser pintor. Elizabeth Levitsky provenía de una familia de aristocráticas rusos, trabajaba como modelo y además era secretaria del poeta surrealista Georges Hugnet. No pude encontrar ninguna foto de ella en que vea en su plenitud, pero con esas credenciales me imagino que era muy linda (o sea: era rusa y era modelo) y además no debía ser ninguna boba. Recordemos que en esa época nuestro héroe aún se sentía disminuido por su fealdad, pero al parecer ya poseía una personalidad magnética. Con ella se casa en el 51 y seria clave en la vida de Gainsbourg ya que a través de ella llegó a conocer personalmente a varios artistas surrealistas (la pareja solía pasar noches en el apartamento de Salvador Dalí) que luego influirían en su vida y obra.
La relación con Liz termina en el 57 y luego pasarían siete años de soltería empedernida (en donde Gainsbourg se dedicaría a hacer arrancar su carrera como músico) hasta en el 64 que se casa con Francoise Pancrazzi a la que Gainsbourg llamaba La Princesee. Con ella tendría su primera hija, Natacha. Este matrimonio duraría muy poco y se separarían al año siguiente, aunque recién seria anunciado a la prensa al año siguiente. Para el momento Gainsbourg ya era una persona publica.
Simplemente sacando cuentas y atando cabos uno puede darse cuenta cual era la razón del fin de este segundo matrimonio, iniciales: BB.
El romance de Serge Gainsbourg y Brigitte Bardot seria breve pero intenso y productivo. Fue todo un bombazo para los medios, paparazzis y revistas del corazón: Gainsbourg no solo se estaba levantando a una chica hermosa sino que se estaba levantando al símbolo sexual de todo un país y toda una época. Juntos lanzarían dos discos clásicos Bonnie & Clyde y Initiales BB. Es en esa época que la música de Gainsbourg empieza a abandonar definitivamente sus raíces en la chanson para captar el espíritu de los tiempos y además empezar a hacer una música con tintes más eróticos, por no decir explícitamente sexuales. Es durante este affair que Bardot le pide a Gainsbourg que escriba: “la plus belle chanson d`amour qu`il puisee imaginer” (« la canción mas bella que pueda imaginar »). Este apareció al rato no con una, sino con tres canciones: una con una historia de amor trágico, Bonnie & Clyde, otra sobre un amor con deslices fetichistas, Harley Davidson y una última sobre “amor físico” (amour phyisique), Je t`aime (moi non plus) que como Gainsbourg solía referirse al sexo. Las tres canciones se grabarían, pero solo las dos primeras salieron publicadas. Bardot le pidió Gainsbourg que no publicase Je t`aime (moi non plus) asustada por la posible mala aceptación publica debido a su explicito contenido sexual[15].
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Jane Birkin
Jane Birkin nació en 1946 y es hija del aristócrata inglés David Birkin y la actriz Judy Campbell (musa del compositor Noel Conward). Jane se crió con comodidades burguesas y recibió una típica educación aristocrática, pero rodeada de un entorno artístico que fomentaba sus inclinaciones creativas.
Jane quería seguir la carrera de su madre y a principios de los 60s consigue sus dos primeros papeles. El primero en una producción de Graham Greene, Carving a Statue y luego en musical Passion Flowers Hotel del compositor John Barry, con el se casaría y tendría su primera hija, Kate. Su carrera como actriz no tiene continuidad hasta que aparece en el clásico filme de Antonioni, Blow Up. Su papel no era importante, pero su celebridad se da al convertirse en la primera actriz en hacer un desnudo frontal en un filme mainstream inglés. Birkin se convierte en un personaje popular de swinging london y en 1968 Birkin conoce a Gainsbourg cuando los dos audicionan para un filme llamado Slogan.

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Jane Birkin y Serge Gainsbourg estuvieron juntos por 12 años, siendo esta la relación más duradera que tuvo Gainsbourg y en definitiva el amor de su vida. Con ella tendría una hija, Charlotte. La pareja vivía en una finca, alejados del acoso de la prensa, lo que le daba a su vida un aura misteriosa que luego Gainsbourg aprovecharía en su obra. Es que se trataba de una pareja irresistible para la prensa: dos estrellas e iconos populares de dos países culturalmente tan cercanos como diferentes estaban juntos. Con el apadrinamiento (como era es lógico) de Gaisnbourg, Birkin inició aquí su carrera musical y paralelamente su carrera como actriz se vería prácticamente limitada a una serie de sexplotations europeos en que su sola presencia frente a la cámara (con o sin ropa) cargaba de erotismo y lujuria la pantalla. La pareja se separaría en 1980 y Jane se llevaría a sus hijas (Gainsbourg crió a Kate como una hija propia) pero siguieron teniendo una relación amistosa, de hecho no dejaron de colaborar juntos y Gainsbourg le compuso y grabo dos discos enteros (Baby Alone in Babylon y Lost Song).
Antes de volver al 69 habría que recordar que luego de Jane Birkin, Gainsbourg estrecho una relación intima (aunque al parecer solo amistosa) con Catherine Deneuve y habira que hacer una pequeña mención a Caroline Von Paulous, alias Bambou, la última mujer en la vida de Gainsbourg. Con Bambou (que tenia veintiún añitos cuando se involucra con Gainsbourg el que ya iba por pasando alegremente el medio siglo de vida) intentó hacerle empezar una carrera musical y grabó un single (Lulu) y un disco (Made in China) que fracasaron comercialmente.
Aunque en realidad, bien se puede considerar a su hija Charlotte como la última mujer de su vida, o por lo menos, su ultima musa. A ella también la haría comenzar una carrera como cantante y fue con el single Lemon Incest que el mundo vio por primera vez a la pequeña Charlotte cantar. Con 12 añitos aparecía, algo escasa de ropa, en el video de la canción en tendida en una cama con su padre en una serie de poses “sugerentes”. Gainsbourg hacia cantar a su hija un estribillo que recordaba a Je t`aime (moi non plus) (Je t'aime t'aime, je t'aime plus que tout, papa papa) y un pasaje de la letra decía: L'amour que nous n'f'rons jamais ensemble/ Est le plus beau le plus violent/ Le plus pur le plus enivrant (El amor que nunca realizaremos /es el mas bello, el mas violento /el mas puro, el mas embriagante)
Como se imaginaran, otro escándalo. Pero como era costumbre en Gainsbourg los escándalos se explotan comercialmente hasta la ultima gota y el siguiente single, Charlotte Forever, continuaba con la temática del anterior. La canción era parte de la banda sonora de todo un filme con mismo nombre quizás bastante menos vulgar que el video de Lemon Incest, pero no menos sugerente en lo que tenia que ver con la idea de un amor profundo entre padre e hija y en donde además se jugaba con la idea de Charlotte como sucesora o reencarnación de su madre.



















69
Paréntesis. Hubo una época en que los escándalos y provocaciones sexuales o morales de los artistas podían servir por lo menos para abrir temas de discusión que a la larga y en algunos casos servían para descomprimir y ensanchar las libertades morales y sexuales de toda una época. Je t`aime (moi non plus) fueron uno de tantas sucesos culturales de una época (los 60s) que ayudaron a que en los años siguientes la moral conservadora y represora en lo sexual diera paso a una época algo más liberal en esos aspectos. Me desvío un poco del tema para hacer observar como los “escándalos” actuales mas bien sirven para lo contrario. El beso de Madonna y Britney y sobretodo la puta teta de Janet Jackson son mediatizados intencionalmente como grandes escándalos y provocaciones cuando en realidad se trata de un beso en la boca entre dos personas y una teta de mierda. Esto se hace deliberadamente con fin de introducirnos en una época más represiva y oscurantista en lo sexual. O sea, ¿tanto lío por una teta?. No debería ser así, pero todos los medios de comunicación yanquis lo presentaron como algo intolerablemente provocativo con el fin que de ahora en adelante una simple teta sea motivo de escándalo (es decir, bajar el limite de lo que es inmoral y lo que no a estándares mas conservadores) y de paso presentar al ñoño de Justin Timberlake como un artista “provocativo”, que obviamente se arrepintió y pidió perdón a toda América por lo que hizo (porque ahora los artistas “provocativos” pueden “provocar”, pero después piden perdón y siguen con su vida basada en los tradicionales y conservadores valores familiares norteamericanos) poniendo caras de impresión cuando recordaba el traumático momento en que le vio la teta (repito: una teta) a la hermana de Jacko aclarando que fue sin querer y que no estaba previsto. ¡Es que podía haber niños mirando!. ¡Que horror!. (Porque por mas que los niños lo que mas ven en sus primeros meses de vida es una teta parece que verla después puede ser traumatizante). Hace unos días leí como los productores de Desperate Housewives borraban mediante la computación los indicios de pezones que se podían ver a través de la ropa de las actrices para que no tener problemas con los nuevos códigos de censura televisivos y no hay que olvidar las protestas de asociaciones de madres para que no aparezcan tetas en las portadas de revistas que están a la vista del público, y no se referían a Playboy o Hustler, sino a las típicas revistas para dar consejos madres en donde de vez en cuando a algún degenerado se le ocurre poner a una mujer amamantando. En fin, los 60s nunca existieron, aquí no pasó nada y ya estamos de nuevo en los años 30s y El Código Hays de Censura vuelve a regir nuestras vidas.
Volvamos a 1969. Serge Gainsbourg y Jane Birkin eran la pareja de celebridades del momento y al mismo tiempo un puente entre los efervescentes movimientos culturales de Inglaterra y Francia (o por lo menos, algo que los franceses e ingleses tenían en común). Gainsbourg decide regrabar la canción que Bardot no quiso publicar con su nueva novia y voilá. Éxito y revuelo instantáneo en toda Europa. Gainsbourg consigue así su primer y preciado primer numero uno en Inglaterra logrando superar la espina que le quedo por no haberlo conseguido con Poupée de Cire, Poupée de Son. Lo mas curioso de ese numero uno es que lo consiguió por mas que la canción tenia su radiodifusión prohibida en las islas británicas, convirtiéndose así en un antecedente similar al del numero uno conseguido por los Sex Pistols con God save the queen. Pero los jadeos, resoplos, respiraciones y sonidos explícitamente sexuales y lujuriosos que salían de la boca de Jane Birkin en esta canción no solo alarmaron a los guardianes de la moral ingleses sino que fue prohibida su difusión por televisión y radio en países como España, Italia y Suecia. Hasta el diario oficial del Vaticano, escandalizado por esta versión romantizada de la lujuria, le dedico un editorial a denunciar a la canción como obscena (vaya novedad).
Je t`aime (moi non plus) terminó siendo el mayor éxito comercial de la carrera Gainsbourg, multiplicando su fama (y la de la pareja) en Francia y toda Europa. Luego siguieron explotando el éxito y revuelo provocado por la canción con el single 69, Année Erotique y publicaron todo un LP llamado simplemente Serge Gaisnbourg et Jane Birkin. La canción es todo un clásico de la música popular del siglo XX que conoció luego varias versiones de otros artistas como Malcolm McLaren, Psychic TV, Donna Summer o Eistürzende Neubauten.

























Di Doo Dah
El single Je t`aime (moi non plus) significo el comienzo de la carrera Birkin como cantante y ese mismo año se lanza el disco Serge Gainsboug & Jane Birkin que contenía, además de la canción del escándalo y su continuación (69 Anne Erotique) otros clásicos del universo Gainsbourg como L`Annamour, Orang Outan o una versión de Les Sucettes, canción que originalmente fuese un éxito en la versión de France Gall[16]. Pero el verdadero debut solista de Birkin se produciría recién cuatro años mas tarde de esto y dos años después de Historie de Melody Nelson mas con Di Doo Dah en 1973.
Como era de esperarse, todas las canciones estaban compuestas por Gainsbourg y la producción corrió a cargo, nuevamente de JC Vannier. Al ser Di Doo Dah es una prolongación mas de la obra de Gainsbourg, comparten muchas características comunes. El disco esta construido sobre bases rítmicas hiper simples, a los que se suman sutiles arreglos de cuerdas mas arreglos y un discreto acompañamiento de piano o guitarra, sobre los cuales Bikin canta íntimamente con una voz a veces casi susurrada y desafinando olímpicamente varias veces a lo largo del disco.
Aprovechando la evidente carga erótica de la figura de esta chica, los temas del disco giran entre los celos, la lujuria y la infidelidad. Lo curioso aquí es de nuevo el juego entre ficción, leyenda y realidad. Los celos y miedo a la infidelidad que Gainsbourg terminaron destrozando esta relación idílica son parte central del disco. Aquí Gainsbourg como que sublima y tranquiliza sus temores de infidelidad al escenificarlos en el plano de la ficción. En Help Camineur , Birkin (Melody?) pide ayuda a un bruto conductor de un camión cisterna para que la ayude (¿una forma de Gainsbourg de recordarle en un juego referencial con Historie de Melody Nelson de la suerte que tiene de haberse cruzado con su vida y no con otro?). C`est la vie qui veut ça, empieza con la frase “j`amerai te dire que je te suis fidèle” (me gustaría decirte que te soy fiel) para luego narrar una serie de infidelidades. En Mon Amour Baiser, Birkin narra como besa a todo el mundo en una especie de oda a la promiscuidad (baiser es “besar” pero también puede ser “cojer”, “follar”, eso). Y en Banana boat...bueno, ¿vieron alguna vez un banana boat?, bueno, imagínense a Jane Birkin en un banana boat.



















He escuchado varias veces la siguiente estupidez: que Jane Birkin no sabia cantar, que carecía de talento musical y que de no ser por Serge Gainsbourg y su sobrenatural belleza (la de ella digo) nunca hubiese llegado a grabar un disco.
A ver. Estamos en el siglo XX y estamos hablando de música pop, ser por lo menos presentable a la vista es importante. No digo que haya que nacer lindo para poder cantar enfrente a un público, Gainsbourg es un caso de cómo la inteligencia logra dar vuelta un partido que había empezado con un 0-4 en contra. Pese a ser un niño feo, Gainsbourg termino siendo un señor mas que agradable a la vista y la linda colección de mujeres que logro atraer en su vida sirven de prueba. La belleza es una prueba de inteligencia y además se manifiesta en infinidad de formas. La belleza de Birkin no solo es heredada por el destino de unos buenos genes sino al saber llevarla con una simpatía, encanto y elegancia multiplicó su belleza natural. Además el disco (y parte de su carrera) esta construido alrededor de su imagen, es decir, gran parte de la “gracia” de las canciones es que son cantadas por una chica muy muy muy linda, estas no tendrían mucho sentido si no supiésemos como es que luce quien las interpreta.
Segundo, pese a que estamos ya dentro del SXXI hay gente que sigue midiendo el “saber cantar” con patrones previos al SXX.
Un poco de historia. Con el desarrollo tecnológico de principios de siglo pasado la música experimenta varios sacudones. Uno fue el la posibilidad de grabar la música para poder ser reproducida en otro momento y lugar. Hasta ese momento, la música era siempre un evento, una performance que sucedía en determinado momento y lugar. Ligado a esto están los procesos de amplificación de sonido y el desarrollo (paralelamente a la industria discográfica) de la radiodifusión. Ahora tenemos algo llamado micrófono por lo que las técnicas vocales que se desarrollaron pensando en la Opera no son tan necesarias como antes, lo que produjo una verdadera democratización en el arte de cantar. Así que no hace alzar la voz, te oigo igual. El crooning fue todo un estilo basado y pensado para las nuevas técnicas de amplificación de la voz que se fue desarrollando a partir de los años 20s y que gente como Bing Crosby logro dominar a la perfección antes de que el rock n roll arrasase con todo (en donde también se aprovecho la amplificación eléctrica de la voz de varias maneras). Gracias a la amplificación se género la posibilidad de crear una sensación de intimidad confesional que luego aprovecharían Gainsbourg, Birkin y otros miles de cantantes. Entonces es así que tenemos a la voz de Birkin con la sensación de que nos es susurrada al oído, como un juego de caricias y besos en el cuello, logrando así explotar al máximo las capacidades eróticas de la chica, logrando una obra que difícilmente puede ser más excitante.
Bueno, ahora bien. Birkin no solo canta bajo sino que también desafina, es decir, no canta bien técnicamente. Y bueno, Sid Vicious no tocaba el bajo y Jane Birkin no sabia cantar. ¿Y que?. Por mas que hemos tenido todo un siglo plagado de una gran cantidad de maravillosas obras musicales (en varios estilos, géneros y ambientes) que prescindían de la búsqueda de la perfección técnica, hoy en día (y sobretodo en Uruguay) se sigue repitiendo que aprender a tocar (aprender a tocar como se supone que se debe tocar) es fundamental para hacer música. No. La técnica puede ser útil para hacer música, pero no esencial. Hay otras cosas más importantes.
Además la sola idea de que Birkin “no sabia cantar” es ridícula. Si, en Di Doo Dah desafina varias veces, ¿pero que es lo que les hace pensar que no se trata de algo deliberado?. Si realmente hubiese querido que el disco hubiese salido correctamente afinado hubiese simplemente hecho otra toma. Las desafinaciones de Birkin tienen una razón de ser y cumplen una función esencial en cualquier obra de arte: provocar una emoción. El error puede ser un hallazgo y un motor creativo. La delicada y quebradiza voz de Birkin produce algo, es humana y es real, y sobretodo con ella logro crear un estilo propio, reconocible y original.
Otra cosa. La ultima acusación que recibe Birkin es de algo así como simple “marioneta” de Gainsbourg, ya que este le componía todas las canciones y diseñó su carrera musical en casi todos los niveles. Bueno, para empezar, ligar la “autenticidad” o “validez” de una obra musical al hecho del que compositor e interprete sea la misma persona ignora no solo la historia de la música popular del SXX (el Tin Pan Alley, el Brill Building, Gershwin, los standars de jazz, las primeras bandas de rock, etc) sino que prácticamente toda la historia de la música universal, ya sea académica o popular. Por alguna extraña razón se sigue suponiendo que una obra musical es más “válida” si el que interpreta la música también la ha compuesto y seguimos atados a esa concepción rockera nacida de cuando a los Beatles les dio por empezar a componer canciones para dar un paso adelante en su carrera.
Además, como si el hecho de que la carrera musical de Birkin sea una creación absoluta de Gainsbourg la invalidase como hecho artístico. ¿Que tendrá que ver?. Aparte esto ni siquiera era totalmente cierto. La inglecita puede que hubiese un títere del francés, pero esta era lo suficientemente talentosa e inteligente para que, al estar conciente de que estaba interpretando un papel, lograr perfeccionarlo, mejorarlo y darle una terminación adecuada.
En definitiva, ¿cómo no darse que cuenta que estamos hablando de un hecho artístico[17] cuando Gainsbourg pone a su descaradamente hermosa novia a cantar (mal) bellas canciones de explicito contenido sexual casi como echándole en cara al mundo lo linda que es y lo bien que lo esta pasando?.

















"Sé que los actores profesionales son rápidos y buenos, son puntuales y se lucen, lo hacen bien y están a tono, hacen sus números y no hay problemas. Los ves actuar y parecen tan naturales que jamás dirías que están actuando: es como si acabaran de tener una ocurrencia. Pero vuelves a verlos la noche siguiente y acaban otra vez de tener una ocurrencia. Si alguna vez tengo que elegir a alguien para un papel, busco la persona más equivocada para el papel. Nunca puedo visualizar a la persona idónea para él. La persona adecuada para el papel adecuado sería demasiado. Además, nadie es del todo adecuado para un papel, porque un papel es una función, nunca es real, de modo que si no puedes conseguir a alguien que sea del todo apropiado, es más gratificante conseguir a alguien totalmente equivocado. Entonces tienes la certeza de que has conseguido algo. No digo que el gusto popular sea malo, pues lo que se desecha del mal gusto es bueno: digo que lo que se desecha es probablemente malo, pero si puedes recogerlo y convertirlo en bueno o al menos en algo interesante, entonces no pierdes tanto como perderías de otro modo"

Anduy Warhol, fragmento de Mi Filosofia de la A a la B y de la B a la A

[1] Autor del libro Gainsbourg, le génie sinon rien.
[2] En el 94 en Francia se editó una caja de 4 videos que recopilaba sus apariciones abarcando toda sus carrera (1958-91) llamada simplemente Gainsbourg. Desconozco si esta caja se reedito en dvd, pero si aún no se hizo alguien lo van hacer pronto.
[3] Suele olvidarse que estos proto video-clips son en realidad una evolución de las presentaciones que los artistas hacían en los estudios de TV. Con o sin playback, las escenografias y puestas en escena de esas presentaciones se fueron desarrollando hasta adquirir la forma de pequeñas obras de teatro y luego en pequeñas obras cinematográficas. En el caso especifico de Francia esto se nutrió gracias a superabundancia de realizadores jóvenes que empezaron a trabajar en esa época (ciento setenta cineastas debutaron en el perdido 1959-62). Digo todo esto porque cada vez que se habla de “la historia del video clips” es como si antes de MTV no hubiese habido nada. A medida que el prestigio de Gainsbourg fue creciendo, este tomo cada vez mas el control de estos pequeños filmes hasta directamente convertirse el director de la mayoría de los mismos.
[4] Su gusto por el alcohol, el tabaco y “la mala vida” en general lo llevo a tener su primer infarto en 1973.
[5] “La Nouvelle Vague C`est moi” declaraba, muy suelto de cuerpo, en 1963. “Nueva Ola, lo que es decir, el avant garde de la canción. Hay todo un lenguaje por inventar. Todo un mundo por crear, todo esta por hacerse ».
[6] ¿Cuántos artistas no-jamaiquinos hacían reggae a finales de los 70s?. Gainsbourg adopto el reggae casi paralelamente a los punks y grabó en Kingston (con músicos vinculados a Peter Tosh, Black Uhuru, Gregory Isaacs y Bob Marley) dos muy buenos discos en ese género: Aux Armes et Caetera y luego Mauvaises Nouvelles des Etoiles. Aunque quizás el reggae mas conocido de Gainsbourg sea la versión que hizo de La Marseillaise, la que le valió el odio un una colección de editoriales furibundos en la prensa de derecha, que recordaron súbitamente los orígenes ruso judíos de Gainsbourg. Años mas tarde, como forma de respuesta a todo este asunto, Gainsbourg aprovecharía su fortuna para comprarse una subasta el manuscrito original del himno francés.
[7] Una manera de ejemplificar esto es con la canción Comic Strip; en el “estribillo” la voz femenina pronuncia una serie de homonopatopeyas (referidas, dicho sea de paso, a la serie de Batman de los 60s) que terminan como siendo parte del arreglo de bateria que se hay como acompañamiento. La versión mas conocida de esta canción es con Brigitte Bardot pero hay otras menos conocida con Jane Birkin.
[8] Mas adelante en 1976 haría otro disco conceptual: L`homme a tète de chou.
[9] Gainsbourg hizo como manera de promocionar al disco, un corto para cada canción del disco para ser emitidos en la televisión francesa. Los 7 cortos se puede encontrar en youtube y en su conjunto conforman una especie de película 1 2 3 4 5 6 7.
[10] Entre ces esclaves nus taillés dans l`ébène/Qui seront tes témoins muets de cette scène/Tandis que là-haut un miroir nous réfléchit/Lentement j`enlace Melody...
[11] Gainsbourg terminaría haciendo reggae en el futuro, pero este disco tiene ya un aire bastante marihuanero.
[12] Hay quien asegura que el disco esta construido con un detallismo al extremo de juegos numerologicos. Ejemplo: 7 canciones, la primer y la ultima canción duran 7 minutos, Melody muere en un 707, etc.
[13] Oh Melody!/Si tu m`as menti j`en ferai/una maladie/Je n`sais pas c`que je te ferai.
[14] Como se puede observar en los títulos de las canciones durante todo el disco se juega con la palabra Melody, al punto que la obra parece un ensayo sobre las posibilidades poéticas de la palabra.
[15] La versión de Je t`aime (moi non plus) con Briggite Bardot se terminaría publicando en el año 86.
[16] Les Sucettes que contaba la fuerte adicción de una adolescente por los chupetines y tenia un evidente doble sentido sexual, que además era parte esencial de la canción (o sea, nunca hubiese existido sino fuese por ese doble sentido). El degenerado de Gainsbourg se la hizo cantar a la aniñada y buenita France Gall en los 60s, pero esta se dio cuenta de su doble sentido bastante tiempo después. Mas tarde, en una entrevista compartida con Gainsbourg, a Gall le preguntan porque no cantaba mas esa canción. Ella, que la asociaba con el periodo mas infantil de su carrera contesto “es que no estoy mas para esas cosas” a lo que Gainsbourg replicó “lo lamento por su esposo”.
[17] Digo “artistico” por que ya no me importa si es musical o no: ¡METANSE LA MÚSICA EN EL ORTO!.

20050929

The Rolling Stones-Their Satanic Majestic Request, 1967 (Primera Parte)

It`s sound experience, really, rather than a song experience.
Mick Jagger (1995)




Francois Truffaut tenia una categoría especial para un determinado tipo de películas a las que el denominaba Grand Film Malade.

Un grand film malade es: una obra maestra abortada, una empresa ambiciosa que ha sufrido errores en su desarrollo: un buen guión imposible de rodar, un reparto inadecuado, un rodaje envenenado por el odio o cegado por el amor, una gran diferencia ente intención y ejecución, un estancamiento solapado o una exaltación equivocada. Esta noción de un grand film malade, evidentemente puede aplicarse a directores muy buenos, a los que han demostrado en otras circunstancias que podían alcanzar la perfección. Un cierto grado de cinefilia anima a veces a preferir dentro de la obra de un director, su “grand film malade” a su obra maestra, indiscutida, como Un Rey en Nueva York a La Quimera del Oro o La Regla del juego a La Gran Ilusión. Si se acepta la idea de que una ejecución perfecta conduce con mucha frecuencia a disimular las intenciones, se admitirá que los grands film malades, muestran más crudamente su razón de ser. Observemos también que, si la obra maestra no siempre es vibrante, a menudo lo es el “grand film malade”, esto explica que se convierta, con mayor facilidad que la obra maestra reconocida, en objeto de lo que los críticos norteamericanos llaman “culto”. Finalmente, el grand film malade sufre habitualmente un exceso de sinceridad, lo que, paradójicamente, hace que se vuelva más claro para los entendidos y más oscuro para el público acostumbrado a tragarse mezclas cuya dosificación favorece la astucia más que la confesión directa.*




Bastante ninguneado en su momento, Their Satanic Majestic Request termino siendo reconsiderado positivamente con el paso de los años gracias a una serie de reinvidicaciones póstumas, las cuales se han vuelto cada vez más frecuentes en los últimos años, probablemente debido a que las nuevas generaciones están inmunes a todo lo que se había dicho o escrito sobre el disco y simplemente se limitan a escucharlo sin prejuicios. Es entonces que al día de hoy las opiniones sobre el disco están divididas entre la indiferencia de siempre* y él -casi siempre reciente- enamoramiento irracional (bueno, en realidad todos los enamoramientos son irracionales).
Podríamos empezar por decir que si bien Their Satanic Majestic Request es una especie de excepción en la carrera de la banda lo raro no es que los stones tengan un disco psicodélico en su discográfica, sino que lo raro seria que no lo hubiesen tenido nunca. El “disco psicodélico de los stones” es en parte consecuencia de un momento particular de la historia del rock y producto del espíritu predominante de su época.
Me estoy refiriendo al periodo psicodélico del rock, pero no entendido solamente como el cliché formal de la banda psicodélica de los 60s sino que visto en términos más amplios, como en periodo de la historia del rock en que el rock estaba impulsado por el deseo y necesidad de ir más allá.
La aparentemente nunca satisfecha segunda generación del rock necesitaba algo mas. No conformes con haber conquistado el mundo siendo una de las puntas visibles y ejes de una revolución cultural que afectaba a toda la civilización occidental, muchos artistas empezaron a sentir la necesidad hacer algo realmente importante y trascendental, para ellos mismos como artistas y para la humanidad en general. No me importa lo que a larga haya pasado con esa revolución cultural (ya sé que fracasó) simplemente me refiero a lo que se sentía en ese momento concreto.
Esta segunda generación del rock no quería terminar siendo borrada tan fácilmente como la anterior. Querían ser algo más que una moda más y un medio de expresión juvenil pasajero. Ya no se trataba simplemente de acelerar y subirle unos decibeles de distorsión a Chuck Berry. El rock podía ser algo realmente importante, una música realmente significativa y arriesgada.
Es que cuando le has tomado el gusto a romper barreras es muy difícil querer parar y el asunto pasó a ser una carrera contra todo y al mismo tiempo una carrera contra uno mismo. Se puede decir que las bandas competian/combatian con los valores de la sociedad de donde emergieron, pero también competían entre sí y principalmente contra sí mismos. Cada disco nuevo tenia que ser necesariamente un paso adelante con respecto al que salió hace seis meses. Y a esa altura no se trababa solo de música, el rock es algo más que música y en ese momento era parte del motor espiritual de su época.
No estoy exagerando en caracterizar las fantasías megalómanas de las bandas de rock de esa época. Muchas esas bandas literalmente no podían ser más populares. Si bien el clima del momento podía ser considerado una nube de pedos mesiánica que mas tarde se dio de bruces con la realidad, gran parte de los músicos de esa época realmente creían esas cosas y estaban convencidos de que podían lograr un cambio sustancial en la historia a través de lo que hacían o dejaban de hacer. Y no solo ellos eran los convencidos, ya que además lograron convencer a muchísima gente de lo mismo. Ingenuidades aparte esa sensación era tan real que existía y mientras existiese podría convertirse en realidad, ya que para lograr una revolución hay que empezar por creer en ella.

En fin, corrían tiempos de aventurarse hacia lo desconocido, de romper reglas, de expandir los limites de la conciencia, de hacer conexiones mentales imprevistas, de vivenciar la libertad y la utilización de ciertas sustancias psicoactivas se convirtió en el aliado ideal para ese momento. Nada mas adecuado para acompañar la busca de lo trascendental.

(Pero la búsqueda de lo trascendental suele ser una búsqueda que tiene la particularidad de que se parte sin saber exactamente lo que sé esta buscando y es la acción en sí misma, la de búsqueda, el vehículo de su propia comprensión. Si no se acepta esto de entrada y sé no asume también que lo que se busca esta probablemente mas allá de nuestra comprensión, esta búsqueda puede convertirse en acciones caóticas en direcciones divergentes, desesperadas, desordenadas y equivocadas que solo pueden conducir al fracaso).

Their Satanic Majestic Request salió a finales del año 67. Un rápido repaso por discos que salieron es año va a ser ilustrativo de que más allá de la psicodélica y de todo esto de que vengo hablando, muchos discos surgieron en esa temporada apuntaban a ir mas allá. Por nombrar solo algunos: The Velvet Underground & Nico, White Light/White Heat, The Doors, Smile (bueno, al final salió recién ahora), Safe as Milk, Sgt Pepper`s, We`re only in it for the money, Parable Of Arable Land, The Piper at the gates of dawn etc.



1967 fue el año del Summer of love y todo eso. Pero para los Rolling Stones no fue un año tan agradable y esperanzador como pareció serlo para el resto del mundo. Cirscunstacias cruelmente más terrenales los tenían alejados (o por lo menos no los dejaban meterse de lleno) en ese mundo de flores y sonrisa eterna.

Por un lado estaban las luchas de poder internas de la banda. Estamos en pleno ascenso y concreción de la conspiración de Jagger-Richards por hacerse con el control total de la banda. Cae su productor histórico, Andrew Loog Oldham, que había sido hasta el momento aliado de Jagger y Richards para desplazar lentamente al líder inicial de los stones, Brian Jones. Pero el dúo maravilla quería todo el poder y el desgaste de la relación entre las dos partes hace que Oldham terminara su relación con la banda. Their Satanic Majestic Request fue producido (por única vez en su carrera) por la misma banda.
Pero Kiz y Mick tenían tantos problemas judiciales, tantos problemas con “las drogas” y tantos puterios sociales en general que difícilmente podían hacerse en ese momento con el control total de la banda. Simplemente por una cuestión de falta de tiempo.
Por su lado, Brian Jones tenia mas o menos los mismos problemas de escándalos legales y de “drogas” que Jagger y Richards, pero al parecer los problemas con de Jones con “las drogas” eran realmente preocupantes, sobretodo porque su uso no congeniaba bien con su desmejorado estado anímico. Pero volveremos con Jones mas adelante. Recordemos ahora que el disco se gestó en un clima enrarecido y que el hecho que el control de la banda pareciese difuso probablemente haya contribuido en algo a que el disco sea como es.
Siguiendo con la enumeración de cirscuntanscias especiales que rodearon la creación de este disco podemos agregar también que:
-Fue el primer disco que la banda grabó sin estar en medio de largas giras promociónales. Es decir, mas allá de escapadas puntuales de sus integrantes a otras partes del mundo, los integrantes de la banda estuvieron residiendo casi siempre en una sola y misma ciudad. Esto a causa de que los problemas legales de sus integrantes los obligaban a tener que quedarse cerca de sus domicilios pero también porque en ese momento los stones habían coqueteado con la idea de abandonar los tours y dedicarse a solo ser una banda de estudio, tal como los Beatles.
-Their Satanic Majestic Request qué en su momento el disco que más tardaron en entregar (casi un año).

Estos dos puntos podrían leerse como positivos: la banda reside por un tiempo largo en una ciudad sin tener que interrumpir su trabajo para irse de tour y al mismo tiempo se toma su tiempo para la grabar el disco. Pero la serie de escándalos y problemas que tuvo que enfrentar la banda hicieron que esa tranquilidad nunca existiese, o por lo menos solo existiese de a ratos. Si bien grabación del disco se desarrollo en un periodo largo de tiempo, el trabajo nunca pudo ser constante. De ahí que convivan en su resultado final cierto aire sanamente relajado pero contundente de algunos temas, con otro mas bien disperso y vago.
El hecho es que Jagger y Richards nunca tuvieron tiempo de explicarle al resto de la banda sobre de que iban las canciones ni que querían hacer con ellas. Es mas, muy probablemente haya habido muy pocos momentos durante el periodo de grabación donde los cinco (seis contando a Ian Stewart) integrantes de la banda coincidieran todos en el estudio. Cada integrante iba cuando podía y grababa sus partes solo o con los músicos que encontrase ese día. Y muchas veces (sobretodo Kiz y Jagger) caían en el estudio acompañados de una docena de personas (muchas chicas) drogados hasta las patas y con mas animo seguir drogándose y divirtiéndose con las cosas que encontraran en el estudio que de ponerse a trabajar.
En una entrevista posterior Jagger declararía que si bien en el comienzo había un concepto central que iba a guiar la concepción del disco, este se perdió o se olvido con el paso de los meses, por lo que a la mitad del proceso, el disco pasó a ser más instintivo que cerebral.
Todas estas causas que vengo enumerando contribuyen a que el disco parezca a veces una especie de gran collage, un cup-up producto de la actividad de una año largo y raro de una banda que había dejado de funcionar como banda.

(Dicho sea de paso habla de lo mucho que ha cambiado la industria del rock el hecho de que en su momento los diez meses que separan a Between the Buttoms y Their Satanic Mejestic Request haya sido considerado una demora eterna cuando hoy en día cualquier banducha se toma dos o tres años para hacer cualquier garcha. De hecho la distancia fue tan grande que obligo a la parte americana de la compañía a inventarse el Flowers a mediados de año con algunos singles recientes, pero con una tapa y nombre acorde a los tiempos que corrían)



Their Sanatic Majestic Request comparte con su predecesor Between the Buttoms la extraña acusación de algunos “puristas” de ser discos de los stones que “no parecen discos de los stones”. Difícilmente esta característica pueda considerarse negativa a priori, sobretodo si uno suele valorar el tipo de artistas que prefieren tomar riesgos al repetirse eternamente. Pero es interesante señalar que Their Satanic Majestic Request es el último disco de la banda antes del periodo en que se forjaría definitivamente el “estilo stone”. Periodo que va desde Beggar`s Banquet (68) hasta Exile on Main Sreet (72), donde la banda terminaría por delimitar su estilo en una vuelta y hasta cierto punto reformulación de sus negruzcos orígenes. Los Rolling Stones de ese periodo forjaron su estilo a fuerza de parecerse cada vez mas y mas a sí mismos.
Así que Between the Buttoms y Their Satanic Majestic Request pueden ser considerados dentro de un periodo intermedio de experimentación de la banda. Periodo que muchos toman como un desvió innecesario, pero que yo considero fundamental. No solo porque crea que se trata de dos discos grandiosos, sino porque también creo que esa etapa intermedia de búsqueda y experimentación contribuye a que (además de la lógica evolución y maduración de los talentos de Jagger y Richards) la etapa iniciada a partir del 68 no sea una mera fotocopia de la primera etapa de la banda, ya que si bien se trataba de una vuelta a los orígenes, ni Sticky Fingers ni Let it Bleed tienen mucho que ver en realidad el Aftermath o 12x45. El probar y experimentar con las posibilidades creativas y limites estilísticos de la banda contribuyó a que esta volviese a sus origines con un plus de aprendizaje extra.

Pero si Between de Buttoms y Their Satanic Majestic Request pueden enmarcarse dentro de un mismo periodo, se trata de dos discos bastante diferentes.
Mientras que el primero es contundente, elegante, fino e inglés, el segundo es expansivo, instintivo y primario. Between the Buttoms es un disco de canciones, mientras que en Their Satanic Majestic Request no solo hay canciones (algunas muy en el aire Between the Buttmoms) sino que también hay momentos realmente tan psicodélicos y vanguardistas que lo emparentan más con cosas como Amon Düül que con los Kinks (por decir algo).
Their Satanic Majestic Request es un disco intrincado y con sus complicaciones. Una mirada superfical revela cierta dispersión y fuera de foco (producto lógico de la particular situación que atravesaba la banda) pero visto de otra manera es un disco hecho con una postura de verdadero riesgo y libertad como nunca antes la banda había intentado y menos aún volvería a intentar.
Es un disco lleno de ideas, diversión, arreglos imaginativos, proyecciones electrónico-futuristas y particulares paseos a una especie de blues neolítico con pasajes inspirados por música africana, tratando de abarcar el origen primitivo de la música que hacían y al mismo tiempo explorando sus posibles metamorfosis futuras. Es un disco tan psicodélico y drogado, que mientras Beatles hicieron un disco conceptual los Stones parieron un disco que es un pequeño caos sin organización cuyos hilos conductores son apenas visibles y ante el cual uno debe abandonarse y rendirse para poder encontrarlos (o creer encontrarlos). Esta lejos de ser un disco (intencionalmente) conceptual. Es todo lo contrario: una obra primitiva, instintiva, que se puede catalogar como “pre-intelectual”.

I don't want to come on and say: We're progressing. We're just changing - that's all. There's no forwards, no backwards. It's just the sounds we do one night in a studio. I don`t know if it’s progressing or not. People talk a lot of rubbish and get so pretentious about records. They talk about them as conscious patterns of development rather than spontaneous feeling (Mick Jagger, 1967)

Como decía el disco se gestó sin que ningún integrante pudiese realmente ejercer el control sobre los otros y eso explica no solo porque la presencia de Jones en el disco sea bastante importante y que también que Bill Wyman haya colado un tema propio Pero más que nada explica el porque de esa aparente falta concepto general y de coherencia interna.

Pero Their Satanic Majestic Request es solo un disco incoherente si lo queremos ver a través de una óptica intelectual y medirlo bajo los patrones de lo que se considera habitualmente un disco conceptual. Varios discos conviven en este disco y eso no es malo (lo mismo podría decirse de por ejemplo 154 de Wire, por decir algo). Para disfrutarlo, apreciarlo y consecuentemente entenderlo, uno no tiene que pensar sino que simplemente tiene que limitarse a sentirlo con una actitud adecuada (open your head and let the pictures come). El trayecto que toma el disco, los distintos climas por los que parece caminar azarosamente a lo largo de su extensión, lo pueden hacer pasar por un disco de asociación libre. Son los Stones libres de ser los Stones, no tienen limites y hacen lo que quieren, se divierten tienden al caos y la desorganización y eso hace que el disco sea una obra increíble.



Their Satanic Majestic Request es el último de disco de los Stones en donde Brian Jones tiene una presencia destacada y relevante, y gran parte de las cosas maravillosas que tiene este disco se deben a momentos de su inspiración. Y esta destacada presencia tiene sus razones.
La primera es que las características experimentales del disco le venían muy bien para que pudiese desarrollar sus notables capacidades como multiinstrumentista (en el disco toca guitarra rítmica, mellotron, órgano, piano, sintetizadores, vientos, mandolina, sitar, dulcimer, flauta, percusión) y también para demostrar su increíble talento como arreglador y creador visionario.
Segundo. Es verdad que la presencia e influencia de Jones en la banda venia en picada y que al igual que Jagger y Richard tuvo un año complicado en su (pública) vida privada, pero es en ese descontrol en que la empresa Rolling Stones estaba sumida momentáneamente en que Jones encontró huecos y espacios en donde poder actuar libremente sin estar bajo el control de nadie. In chaos there is opportunity.
Pero esa oportunidad nunca pudo ser totalmente explotada por Jones ya que el caos en el que los stones estaban viviendo era el mismo que rodeaba su vida. Aún así, sobrevuela sobre varios momentos Their Satanic Majestic Request el espíritu de sus intereses, como la integración de instrumentos ajenos a la tradición del rock o el acercamiento a la música étnica. Esto último no entendido como un vulgar crossover sino como una búsqueda propia del rock de encontrar sus probables raíces milenarias (pasado), búsqueda que los Stones culminarían con esa magnifica obra de arte del Siglo XX que es Simpathy for the Devil. (And if we close all our eyes together/Then we will see where we all come from).
Jones encontró también lugar para experimentar las recientes posibilidades tecnológicas de los estudios y la manipulación electrónica de sonidos. En Their Satanic Majestic Request existe la intención de que a través de la experimentación con nuevos sonidos y renovar al rock para que siga siendo el mismo de siempre. De hecho es un disco plenamente de estudio y salvo los hits*, fue disco que nunca presentaron o tocaron en vivo, y como ya dije antes, los stones quisieron ser por un momento una banda solo de estudio.
La integración de la música electrónica y momentos propios de Stockhausen (no me miren con esa cara, no lo digo solo yo) no se debe solo a la intención de actualizar el rock (presente) sino que como decía al principio, también se trataba de una búsqueda de algo mas, de encontrar una experiencia trascendental que sirviera de proyección hacia el futuro (futuro).
La poderosa atracción de Their Satanic Majestic Request se debe a lo descomunal de sus intenciones de querer integrar pasado, presente y futuro, y en ese ensamble lograr algo que perteneciese a todas las dimensiones temporales y al mismo tiempo a ninguna elevándose así como una experiencia trascendental y mística.

Pero dudo de la teoría de Brian Jones como único genio creador del disco. Entre otras cosas porque su verdadera influencia en el disco es difícil de probar. La injusta firma “Jagger/Richards”, conque la banda ha firmado toda su obra de Aftermath en adelante, funciona como una niebla que esconde los reales meritos de cada músico por lo que lo único que podemos hacer es tratar de adivinarlos a través de la información que se filtra a través de esa niebla. Y las informaciones que se lograr filtrar sobre este disco, como suele pasar con la banda, suelen ser insuficiente, confusas y contradictorias
Se dice que cuando pudo, Jones, le dedicó tiempo y entusiasmo al disco. Que se quedaba hasta altas horas de la noche en el estudio haciendo experimentos y probando diferentes cosas. Uno puede suponer que muchos de los grandes hallazgos del disco se deben a Brian Jones y esto es altamente probable, pero con los stones nunca se sabe. Hay que tener en cuenta que si bien mucha gente tiene la idea formada de Jones como el stone experimental, visionario e inquieto sin tener en cuenta que Jagger estaba también interesado por la música experimental y electrónica (porque Jagger quiere hacer todo y hacer todo bien). A las pruebas me remito: la banda sonora que compuso Jagger para Invocation for my Demon Brother de Kenneth Anger que perfectamente podría estar en un disco de Throbbing Gristle.
Además, declaraciones posteriores de Jagger ayudan a reforzar la idea de que tuvo mucho que ver con el disco, que le interesaba y que entendía perfectamente sus intenciones. Siempre estuvo dispuesto a reivindicarlo a pesar de ser consciente de sus defectos y uno puede suponer que tuvo muchísimo que ver en la concepción del disco. Todo que lo contrario Keith Richards, que nunca demostró mucho interés Their Satanic Majestic Request; al principio del proceso le pareció algo divertido, pero a la larga se aburrió de él y a diferencia de Jagger nunca lo ha defendido póstumamente.
Curiosamente (o no tan curiosamente) es bastante difícil encontrar declaraciones de Brian Jones sobre el disco.
Hay también posibles explicaciones para esto. Primero, la historia la escriben los ganadores, más aún si los perdedores están muertos y no pueden hablar. Brian Jones murió solo semanas después de ser expulsado de la banda, por lo que no tuvo mucho tiempo de dar su versión de los hechos. Sobre este disco específicamente no hubo mucha promoción y el misterioso último periodo de su vida pareció ser tan triste, errático, descontrolado y decadente que me imagino que poco habrá podido ponerse ya no digo ya hablar, sino siquiera a pensar sobre este disco. Además, dentro de los términos de lucha de poder que se desataban dentro de la banda, de poco le podría haber servido ponerse a reivindicar un disco que fue recibido de manera tan tibia y hasta despectivamente por parte público y critica.



Cuando yo era chico, todos los años, cuando se cumplía el aniversario de la muerte de Brian Jones, Alfonso Carbone hacia un programa especial de horas y horas dedicado a Brian Jones y la primera de la etapa de la carrera de los Rolling Stones. Recuerdo que solía relatar la anécdota de que en su momento se corría el rumor de que Jones se había intentado detener la edición de Their Satanic Majestic Request y que incluso boicoteo su promoción luego de la edición (aunque nunca explicaba como exactamente como lo boicoteo). Esto explicaría porque es difícil encontrar declaraciones de Jones sobre el disco. No tengo idea si esto era cierto o no, pero Carbone interpretaba los hechos de la siguiente manera: Jones no quería que saliese un disco que copiaba al Sgt Peppers y estaba cansado de su banda siguiera de atrás los pasos de los de Liverpool. También decía que Jones lo que quería era volver a los comienzos y no sé que más. Hoy en día la humanidad ha avanzado y estamos lejos de Era Carbone de Interpretación de la Historia del Rock****. Sabemos que la acusación de que Their Satanic Majestic Request es un intento de copia del disco de los Beatles es poco menos que un disparate. Por varias razones, pero como dije al principio ambos discos pertenecen al espíritu concreto de su tiempo. Entonces el deseo de boicotear y demorar la salida del disco por parte de Brian Jones podría deberse a otra razón, que además demostraría definitivamente su compromiso con el disco. Como vimos, las sesiones de Their Satanic Majestic Request duraron casi un año, todo un record para la época y para los stones. Pero 1967 terminaba y no había disco nuevo de la banda. Y bueno, aprovechando que casi todos los miembros de la banda habían perdido el entusiasmo inicial del disco, y las intenciones del mismo de fueron desdibujado hasta casi perderse, la banda saca el disco al mercado sin que este estuviese del todo terminado. Si Brian Jones fue su principal entusiasta, es probable que por ello no haya querido que el disco saliese, ya que era totalmente conciente que al mismo le faltaban unos meses de trabajo.
Visto de esta manera Their Satanic Majestic Request no es el Sgt Peppers de los Stones, es su que su Smile Smiley.

No seria raro suponer que si las circunstancias personales de los miembros de la banda hubieses ayudado más, Their Satanic Majestic Request hubiese sido un disco distinto. El largo periodo de tiempo que ocupo su grabación pasaron muchas. Como dije la idea y empuje inicial se fue diluyendo. Esto se ve claramente si vemos en que orden se trabajaron y grabaron las canciones. She`s a Rainbow, 2000 lights years from home, Citadel fueron, en ese orden, las primeras en estar listas. Luego siguieron con Sing this song all together, On with the show, The Lattern y In another land y en otra etapa posterior se terminaron el resto.

Después de todo esto que escribí, parecería que considero a Their Satanic Majestic Request como un disco fallido o incompleto, cuando en realidad cuando lo escucho me parece un disco maravilloso y cercano a la perfección. Cada nueva sesión que tengo con el disco es tan placentera y reveladora como la anterior y hay en el una riqueza de ideas que por ahora me parece inagotable. También cuando me pongo a analizar el disco siento como que hay cierta dispersión e irregularidad en él. ¿Tengo opiniones diferentes para el mismo disco?. Bueno, no es alarmante porque no es la primera vez que me pasa y esto tiene una explicación lógica que no me voy a poner a desarrollar ahora (las obras de arte son así, complejas) y además no viene al tema con lo que quería decir al respecto, y lo que quería decir al respecto tiene mucho que ver con la actitud con la que uno se enfrenta al disco. No es un disco para ponerse a pensar, es un disco primitivamente emocional, es un disco para que para ser disfrutado uno deba relajarse y dejarse violar por él. Se trata de emociones puras, no de conceptos.
Además tiene la particularidad de que algunos de sus canciones revelan su encanto inmediatamente mientras que otras cuestan un tiempo terminar de quererlas. Esto le da al disco ese aire de irregularidad, pero es una irregularidad es superficial y cuanto uno mas lo conoce al disco, mas lo quiere y entiende. Para encontrar el equilibrio, coherencia y esencia del disco uno debe dejar sumergirse en él sin prejuicios.
Voy a decir algo que es tan obvio que parece una boludez, pero no lo es. Algunos discos ganan mucho si uno los escucha a oscuras, con auriculares y si es posible también, bastante drogado. Adentrarse a una profunda escucha de este disco de esa manera tiene consecuencias mágicas.

Why don`t we sing this song all together?
Open our heads let the pictures come




Una suprimida parte final de este post trataba de un recorrido minucioso por las canciones del disco una por una. Esto hacia que este post fuese mas del doble de largo de lo que ya es. Pero no fue por esa razón longitudinal que suprimí esa parte sino porque ya desde cuando empecé a escribir el post sabia que este iba a tener necesariamente una segunda parte y prefiero dejar esa sección para ese momento.
¿Pero por qué había decido hacer desde el principio una segunda parte?.
Porque sabia de la existencia de los cuatro cds que documentan las sesiones de grabación del disco (las Satanic Sessions), sabia que en algún momento las iba a conseguir, sabia que las iba a escuchar, sabia que esa escucha iba a ofrecer un poco mas de luz sobre el disco y sabia que hasta quizás me hiciese cambiar algunas opiniones y como sabia todo eso, sabia que cuando lo escuchase iba a tener que escribir por lo menos un suplemento a este post.
Así que preferí escribir sobre las canciones por separado para cuando termine de escuchar y sobretodo de digerir los discos con las sesiones.
En esta segunda parte (ya medio escrita) desarrollaba algunos de los temas que aquí dejo a medio plantear, pero particularmente uno, que es como en el disco convive el espíritu optimista propio de su tiempo con cierto desencanto, desesperanza y algo de pesimismo sobre lo que iba a deparar el futuro. Creo que eso se debe principalmente a que los miembros de la banda estaban pasando por un momento especialmente “realista” y problemático. Los enfrentamientos con la ley y el gobierno inglés o las luchas de ego y poder dentro de la banda servían como cable a tierra para darse cuanta que las ilusiones de una época tenían -valga la redundancia-, mucho de ilusión y que no estaban del todo preparadas para soportar un contraataque del Establishment, ni para asimilar las luchas de poder internas propias de un movimiento revolucionario.

Fin de la Primera Parte

*Texto extraído de El cine según Hitchcock (la Biblia del cine!!!)
**Aunque en realidad, en general, nunca es una indiferencia total, ya que esta lo mayores detractores del disco siempre rescatan cosas como She`s a Rainbow y 2000 years far from home.
***Incluso la maravillosa 2000 light years far from home tardo décadas en ser tocada en vivo.
****Para los argentinos que leen, sustituir la “Carbone” por “Revista Pelo”.