20100319

























Siempre sentí atracción hacia la trágica figura del artista que esta pierde la cordura en busca que una obra de arte que lo sobrepasa por en su desmedida ambición. Está claro que la atracción no es del mismo tipo si se trata de un Brian Wilson tratando de terminar su Smile a si es con alguien como Axel Rose tratando de terminar su Chinese Democracy. Es decir, entre un genio y una persona con algún talento pero no demasiado. En el primer caso esa tragedia se da probablemente al no encontrar la manera de poder plasmar bien las ideas que tiene en mente, en el segundo se trata más bien de querer hacer algo grande pero en realidad no saber bien ni qué hacer ni como. Pero lo cierto es que, como en muchos otros aspectos de la vida de alguien que se dedica creación, hay instancias que se le presentan tanto a artistas exitosos como a sin reconocimiento, a verdaderos genios tanto como a gente apenas voluntariosa; hay cosas que le pasan a todos y que hacen que todos se conecten en una comunidad de identificación mutua (esta maravillosa escena de Ed Wood explica bien lo que quiero decir). Dentro del mundo del rock este es uno de los varios síntomas de lo que yo llamo rockestrellitis y que (creo) haber descrito bien en mi post sobre el Satanic Majaestic Request de los Rolling Stones. Se da cuando ya el dinero, el reconocimiento, las groupies, la fama, el confort y todo eso deja importar y ya la estrella en cuestión quiere dejar ser como su ídolo rockero de la adolescencia para querer ser como Leonardo Da Vinci, Van Gogh y Mozart juntos. Este comportamiento casi siempre tiene destino trágico y fatal, en donde el protagonista se encierra en un círculo cerrado de retroalimentación de emociones confusas, donde el ego, la ambición, la baja y alta autoestima y la paranoia están funcionando en conjunto. Odisea que empieza con ilusiones de grandeza y termina en una espiral descendente que termina por sacar del mundo de la cordura al protagonista. 
Guns n Roses era una “buena” banda de rock n roll cuando en su momento había logrado combinar con éxito a los Stones, New York Dolls, Sex Pistols y Alice Cooper sacando al rock californiano de un posible estancamiento de ideas. Incluso siguió haciendo cosas interesantes cuando sumó -en una arriesgado paso de evolución ese cocktail- a Queen y Elton John para la época del Use your Illusion (pongo comillas porque en realidad las buenas bandas de rock de su época eran otras, aunque le reconozco méritos a Guns n Roses). Pero Axel la empezó a desbarrancarse para cuando (luego de echar a todos sus ex compañeros) intento grabar un disco que sea al mismo tiempo Exile on main street, Love it to death, New York Dolls, Nevermind the Bollocks, A night at the Opera, Googbye yellow brick road, Funhouse, Ritual de lo Habitual, The Wall, Closer (el de NIN) y al mismo tiempo siga siendo Guns n Roses y tenga algún toque de “actualidad” a lo Muse. Por quererlo todo, Axel al final no logro nada. No es que el Chinese Democracy me parezca tan espantoso como a casi todo el mundo, solo me que no me puedo creer que haya estado 14 años grabando eso. Temáticamente devela el mambo mental de Axel, en donde todo gira alrededor de él. El concepto no tiene nada que ver con la democracia china sino que simplemente esté poniendo sus problemas personales al nivel de los grandes problemas de la humanidad al punto que Martin Luther King habla de él.
Todo ese trabajo y expectación terminó en algo tan calculado, como poco espontaneo, donde todo lo que podría estar bueno se arruina con una indecisión de no saber qué hacer ni como terminarlo: la nada produce problemas con la nada. La expectación jugó un gran papel en el show esta casi banda homenaje a Guns n Roses que montó para este capricho, todo el show parece manejado con la idea de crear una gran expectativa de algo que en realidad nunca funciona o nunca sucede. Los momentos de explosión y hasta emoción solo se generan cuando se tocan los hits viejos y es algo triste ver los largos momentos en que Axel quiere meter canciones de su nuevo disco y ver que a nadie le interesan demasiado. El mundo cambió desde que decidiera congelarse en el tiempo por 14 años y no sabe como acomodarse. Antes cualquier pequeña cosa que hacia recibía una exposición mediática desmedida ahora debe luchar mucho para que le presten un poco de atención. Además cambio el público. Antes por lo menos la gente quería recibir emociones nuevas y propias, actualmente el mundo del espectáculo y los espectadores esta solo especializado en intentar reproducir emociones, ya sea emociones propias revividas a través de la nostalgia o jóvenes que intentan revivir juventudes de otras épocas. Nadie quiere nada nuevo.
Este trágico ejercicio de búsqueda de lo imposible tiene otro detalle amargo: la voz de Axel Rose. Su particular estilo vocal (inspirado en Rotten, Alice Cooper y David Johansen pero con algunos gestos propios) está totalmente desgastado por su mismo uso. Es decir, Rose encontró algo cantando mal, que le sirvió para marcar una diferencia entre sus colegas californianos, pero esa manera de cantar destroza la voz. Lo único que debería hacer para poder recuperarla es dejar de cantar de esa manera, pero no puede, haciendo entrar en un círculo sin salida en que cada vez que canta que lo poco que le queda de voz se hunda cada vez que abre la boca para cantar su voz empeora.

Pd. Ah, por si alguien preguntaba, el replecement Tommy Stinson está muy bien, y lejos de estar ahí con actitud de oficinista esperando terminar para cobrar el cheque a la salida, el tipo está realmente gozando el show. Por sorprendente que le parezca alguna el tipo no la solo la pasa bien, la pasa bomba, pareciéndose a lo único parecido a un ser humano que había sobre el escenario. Cabe decir que toca muy bien y que las líneas de bajo Duff le sientan muy bien, lo que es lógico, ya que los dos vienen del hardcore.

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